Respecto a lo que me va aconteciendo a mi por dentro deciros que me encuentro como en casa, que mi ministerio se ha enriquecido con una paternidad que anhelaba, que siento que Dios está haciendo y puede hacer maravillas a través de mi, que estoy en paz y con alegría, que aunque os echo de menos y sobre todo a mi familia Dios me está dando el ciento por uno, que la salud me acompaña y el arroz no me deja bajar de peso (por si alguno piensa que regresaré escuálido), que la vida diaria me lleva a la oración y la oración me lleva a la entrega generosa. Pedid por mí para que sea un instrumento dócil en sus manos, que no me reserve nada y sea valiente para producir todos los talentos que Dios a puesto en mi vida.
Gracias por vuestro cariño y sostenedme con vuestra oración”.