Misioneros
en el punto de mira
Misionero en Camerún |
Con
el mismo titular que se encabeza esta noticia, la revista Misioneros publica un interesante reportaje sobre la preocupante
situación en que se encuentran los misioneros que realizan su labor en el norte
de Camerún y países vecinos por la amenaza de la secta islámica Boko Haram, que
desde hace tiempo viene actuando más allá de las fronteras de Nigeria.
“Eran
las tres de la mañana del 5 de abril. Cuando me enteré de la noticia me levanté
para salir al patio y decir a mi compañero que Boko Haram acababa de secuestrar
a tres misioneros en Tcheré, a 20 kilómetros de Maroua, donde nos encontramos
nosotros. Eran unos 15, llegaron en motos, armados y muy bien organizados.
Sabían perfectamente donde dormían sus víctimas”. Con este dramático testimonio se inicia el
reportaje de la revista Misioneros. Quien lo escribe en su diario es el
sacerdote espiritano español Luis
Cachaldora. Él y su compañero Juan
Antonio Ayans trabajan en Maroua, en el norte de Camerún, a 800 kilómetros
de la capital, Yaundé. Las personas secuestradas de las que habla (hoy ya
felizmente liberadas) son los misioneros italianos Giampaolo Marta y Gianantonio
Allegri y la religiosa canadiense Gilberte
Bussier.
Desgraciadamente,
sin embargo, ya nada será como antes. Como reconoce el sacerdote espiritano
Juan Antonio Ayanz, “aquí las cosas se nos han complicado, y
mucho, porque Boko Haram ha tomado gusto de actuar en el norte de Camerún, y
esto no es algo pasajero sino que puede incluso empeorar”. “Los blancos nos hemos convertido en una
mercancía y, como cada vez quedamos menos (un puñado de curas y monjas), nos
puede tocar cuando ellos quieran”. Pero el hecho de reconocer estas
dificultades serias no desanima a los misioneros, sino todo lo contrario: “Personalmente, todo esto da fuerza a mi vida
misionera, sacerdotal y espiritana”, dice el religioso, quien concluye con
una petición a sus amigos y bienhechores
de la misión: “Rezad por todos nosotros,
por estos sacerdotes y la religiosa, por nuestro obispo saliente y el entrante,
y por nuestro pueblo, que a pesar de estar sumido en la tristeza y en la
confusión mantiene la esperanza”.
Un
reportaje que no se puede dejar de leer:
http://www.omp.es/OMP/publicaciones/revistamisioneros/2014misioneros/junio14/Iglesiaafondo.htm