Monseñor Andrés Carrascosa, Nuncio Apostólico en Ecuador, destacó la
importancia de las nunciaturas en las ayudas de Obras Misionales Pontificias
(OMP): los nuncios garantizan con su firma los proyectos presentados y
distribuyen el dinero de los fieles. Fue ayer en Madrid, en el marco de las XIX
Jornadas de empleados y voluntarios de las Delegaciones de Misiones y OMP, que
se han celebrado en torno al tema “A hombros de gigantes”. Monseñor
José Javier Travieso, vicario apostólico de San José del Amazonas, dio cuenta
también de cómo esas ayudas les permiten vivir y seguir adelante con la misión.
Aunque monseñor Andrés
Carrascosa Coso quería ser cura de pueblo, “aquel que elige servir no elige
dónde sirve”. Y así, después de casi 40 años de servicio diplomático, este
sacerdote conquense ha recorrido el mundo: Liberia, Sierra Leona, Guinea
Conakry, Gambia, Canadá, Dinamarca, Brasil, Vaticano (Secretaría de Estado),
República Democrática del Congo, Gabón, y Ginebra (Naciones Unidas). Y ahora
Ecuador, donde hay 8 territorios de misión, que reciben el apoyo del Santo
Padre todos los años a través de Obras Misionales Pontificias.
Lejos de quedarse en el despacho, el nuncio
recorre todo el país y conoce todas las iniciativas de los misioneros. Así
puede avalar con su firma todos los proyectos presentados a Obras Misionales
Pontificias. Posteriormente, una vez aprobados en Roma, el dinero llega a las
nunciaturas para que lo distribuyan. “Yo soy testigo de que este dinero llega
hasta el último céntimo, y eso la gente lo tiene que saber”. Según explicó,
cuando la nunciatura recibe las ayudas, se hace una declaración de que esa
cantidad ha llegado y de que se ha entregado. “Llevo haciendo esto toda la
vida”, apostilló.
El nuncio de Su Santidad en Ecuador ha explicado
que las ayudas de Obras Misionales Pontificias no son asistencialismo ni
paternalismo, sino que son signo de una “comunión de bienes”, como la de los
primeros cristianos. Si no fuera así, se adulteraría la Iglesia. “Me duele que
estemos perdiendo ‘misionoriedad’ como Iglesia”, afirmó monseñor Carrascosa.
Por ello, defendió que para ser cristianos, hay que ser discípulos y
misioneros; si no anunciamos a Cristo es porque no lo vivimos. “Una mujer que
compra un detergente que le va muy bien se lo cuenta a todo el mundo”, afirmó.
Anunciar el Evangelio entre ríos y selva
“Gracias a las ayudas de OMP vamos viviendo los
misioneros y vamos haciendo la tarea”, explicó monseñor José Javier Travieso
Martín C.M.F., vicario apostólico de San José del Amazonas, que intervino por
videoconferencia. En un terreno inmenso y con pocos misioneros, las necesidades
son enormes. Según explicó, recibe cada año del Domund un apoyo para los gastos
ordinarios -unos gastos que no financian otras instituciones- y para la
formación de catequistas. Por otro lado, recibe tres proyectos al año para
construir casas de misioneros, locales parroquiales, rehabilitar estructuras
dañadas por la climatología…
Para sostener el trabajo que el vicariato
realiza con los niños, cada año recibe ayudas de Infancia Misionera. En
particular, se apoya a los internados en los ríos Napo y Putumayo. Según
explicó, sin ellos cientos de niños no podrían estudiar ni incluso comer. Con
este dinero se ayuda también a bebés recién nacidos, y se da el desayuno a
cientos de pequeños que van a las guarderías. Además, se apoya la formación
misionera de niños. Y por último, explicó que el vicariato tiene 7 seminaristas
formándose en diversos seminarios (Iquitos y Trujillo), y apoyados por las
ayudas de Vocaciones Nativas.
El vicario apostólico de San José del Amazonas
quiso agradecer el trabajo que se hace desde las delegaciones de misiones y
desde OMP España. “Muchas gracias, que Dios nos dé salud para seguir, a ustedes
donde les toca y a nosotros aquí”.
“A hombros de gigantes”
97 trabajadores y voluntarios de 29 diócesis se
han dado cita el 17 y 18 de febrero en Madrid en su encuentro anual, que cumple
19 ediciones. Este encuentro tan deseado -el año pasado se tuvo que realizar
online-, se ha centrado en el tema “A hombros de gigantes”, el lema que OMP ha
escogido para este año 2022, en el que se celebran varios centenarios muy
importantes para la misión: 400 años de la creación de Propaganda Fide -hoy
Congregación para la Evangelización de los Pueblos-; 400 años de la canonización
de San Francisco Javier, patrón de las misiones; 200 años de la creación de la
Obra de la Propagación de la Fe (germen del Domund); 100 años desde que el Papa
asumiera iniciativas particulares y creara Obras Misionales Pontificias…
Además, todo se corona el 22 de mayo con la beatificación de Pauline Jaricot,
fundadora de Propagación de la Fe, quien tuvo la genial intuición de que todos
fieles podían participar en la actividad misionera de la Iglesia, a través de
la oración y los donativos.
En estos días, los trabajadores de la
"retaguardia" de la misión han podido ahondar en lo que significa OMP
para la Iglesia universal, y han profundizado en estos gigantes de la misión,
sobre cuyos hombros están invitados a subirse para seguir realizando la
animación misionera, y llevar la misión al corazón de los cristianos.
Fuente: OMPRES
Monseñor Andrés Carrascosa, Nuncio Apostólico en Ecuador, destacó la
importancia de las nunciaturas en las ayudas de Obras Misionales Pontificias
(OMP): los nuncios garantizan con su firma los proyectos presentados y
distribuyen el dinero de los fieles. Fue ayer en Madrid, en el marco de las XIX
Jornadas de empleados y voluntarios de las Delegaciones de Misiones y OMP, que
se han celebrado en torno al tema “A hombros de gigantes”. Monseñor
José Javier Travieso, vicario apostólico de San José del Amazonas, dio cuenta
también de cómo esas ayudas les permiten vivir y seguir adelante con la misión.
Aunque monseñor Andrés
Carrascosa Coso quería ser cura de pueblo, “aquel que elige servir no elige
dónde sirve”. Y así, después de casi 40 años de servicio diplomático, este
sacerdote conquense ha recorrido el mundo: Liberia, Sierra Leona, Guinea
Conakry, Gambia, Canadá, Dinamarca, Brasil, Vaticano (Secretaría de Estado),
República Democrática del Congo, Gabón, y Ginebra (Naciones Unidas). Y ahora
Ecuador, donde hay 8 territorios de misión, que reciben el apoyo del Santo
Padre todos los años a través de Obras Misionales Pontificias.
Lejos de quedarse en el despacho, el nuncio
recorre todo el país y conoce todas las iniciativas de los misioneros. Así
puede avalar con su firma todos los proyectos presentados a Obras Misionales
Pontificias. Posteriormente, una vez aprobados en Roma, el dinero llega a las
nunciaturas para que lo distribuyan. “Yo soy testigo de que este dinero llega
hasta el último céntimo, y eso la gente lo tiene que saber”. Según explicó,
cuando la nunciatura recibe las ayudas, se hace una declaración de que esa
cantidad ha llegado y de que se ha entregado. “Llevo haciendo esto toda la
vida”, apostilló.
El nuncio de Su Santidad en Ecuador ha explicado
que las ayudas de Obras Misionales Pontificias no son asistencialismo ni
paternalismo, sino que son signo de una “comunión de bienes”, como la de los
primeros cristianos. Si no fuera así, se adulteraría la Iglesia. “Me duele que
estemos perdiendo ‘misionoriedad’ como Iglesia”, afirmó monseñor Carrascosa.
Por ello, defendió que para ser cristianos, hay que ser discípulos y
misioneros; si no anunciamos a Cristo es porque no lo vivimos. “Una mujer que
compra un detergente que le va muy bien se lo cuenta a todo el mundo”, afirmó.
Anunciar el Evangelio entre ríos y selva
“Gracias a las ayudas de OMP vamos viviendo los
misioneros y vamos haciendo la tarea”, explicó monseñor José Javier Travieso
Martín C.M.F., vicario apostólico de San José del Amazonas, que intervino por
videoconferencia. En un terreno inmenso y con pocos misioneros, las necesidades
son enormes. Según explicó, recibe cada año del Domund un apoyo para los gastos
ordinarios -unos gastos que no financian otras instituciones- y para la
formación de catequistas. Por otro lado, recibe tres proyectos al año para
construir casas de misioneros, locales parroquiales, rehabilitar estructuras
dañadas por la climatología…
Para sostener el trabajo que el vicariato
realiza con los niños, cada año recibe ayudas de Infancia Misionera. En
particular, se apoya a los internados en los ríos Napo y Putumayo. Según
explicó, sin ellos cientos de niños no podrían estudiar ni incluso comer. Con
este dinero se ayuda también a bebés recién nacidos, y se da el desayuno a
cientos de pequeños que van a las guarderías. Además, se apoya la formación
misionera de niños. Y por último, explicó que el vicariato tiene 7 seminaristas
formándose en diversos seminarios (Iquitos y Trujillo), y apoyados por las
ayudas de Vocaciones Nativas.
El vicario apostólico de San José del Amazonas
quiso agradecer el trabajo que se hace desde las delegaciones de misiones y
desde OMP España. “Muchas gracias, que Dios nos dé salud para seguir, a ustedes
donde les toca y a nosotros aquí”.
“A hombros de gigantes”
97 trabajadores y voluntarios de 29 diócesis se
han dado cita el 17 y 18 de febrero en Madrid en su encuentro anual, que cumple
19 ediciones. Este encuentro tan deseado -el año pasado se tuvo que realizar
online-, se ha centrado en el tema “A hombros de gigantes”, el lema que OMP ha
escogido para este año 2022, en el que se celebran varios centenarios muy
importantes para la misión: 400 años de la creación de Propaganda Fide -hoy
Congregación para la Evangelización de los Pueblos-; 400 años de la canonización
de San Francisco Javier, patrón de las misiones; 200 años de la creación de la
Obra de la Propagación de la Fe (germen del Domund); 100 años desde que el Papa
asumiera iniciativas particulares y creara Obras Misionales Pontificias…
Además, todo se corona el 22 de mayo con la beatificación de Pauline Jaricot,
fundadora de Propagación de la Fe, quien tuvo la genial intuición de que todos
fieles podían participar en la actividad misionera de la Iglesia, a través de
la oración y los donativos.
En estos días, los trabajadores de la
"retaguardia" de la misión han podido ahondar en lo que significa OMP
para la Iglesia universal, y han profundizado en estos gigantes de la misión,
sobre cuyos hombros están invitados a subirse para seguir realizando la
animación misionera, y llevar la misión al corazón de los cristianos.