Mons. Juan José Aguirre |
Decía en su intervención que ha conocido a "muchísimos misioneros", y citó en primer lugar a "los contemplativos, que, con su oración, hacen que las misiones marchen"; a los que están pasando la "tremenda" tragedia del ébola en Sierra Leona, Guinea Conakry, Liberia; a los que ayudan a nacer a bebés fruto de violaciones a niñas de 13 años; a los "que están los siete días de la semana con enfermos de Sida". "He visto misioneros maestros, cirujanos, que han fundado escuelas, y a los que se quedan en medio de la guerra".
Ante un robo sufrido en la misión, nos decía: "la misión es muy frágil, no es nuestra, es del Señor, por eso, si se cae, empezamos de nuevo". Denunció así mismo que en su zona "han degollado a más de 200 personas" y se preguntaba "como se puede hacer algo así en nombre de Dios".
Concluía su intervención afirmando que aunque "la vida del misionero es muchas veces un aparente fracaso, luego Dios sabe transformarla en triunfo" y terminaba diciendo que "cuando no entiendes, te callas, sigues adelante y miras a Jesús; porque en el Evangelio están todas las respuestas".