Hoy 25 de noviembre se cumplen el 50
aniversario del martirio 4 religiosas españolas de la congregación de las
Misioneras Dominicas del Rosario en el Congo. Con este motivo se celebrará una
Misa en la Casa General de esta congregación en Madrid, a las 6 de la tarde,
que será presidida por el director nacional de Obras Misionales Pontificias,
Anastasio Gil.
La misión de Stanleyville, la hoy
Kisangani, de las Misioneras Dominicas del Rosario se abrió en marzo de 1960 y,
tres meses después, la actual República Democrática del Congo declaraba su
independencia de Bélgica. Se desataron la violencia y los enfrentamientos. Las
religiosas de aquella comunidad misionera eran cuatro españolas: Olimpia
Gorostiaga Ochagavía, Justa Álvarez Yaven, Cándida Eslava Sola y Buen Consejo
de Prado Zorita.
En la nueva situación las religiosas
pasaron múltiples necesidades, falta de recursos para atender a los enfermos y,
sin embargo, la solidaridad del pueblo las reconfortó: “La Providencia vela por
nosotras; así como hacemos algo por los pobres, así también recibimos la
recompensa. Una vez es una mujer que nos trae plátanos, otra una gallina y así…
el Señor vela por sus misioneras”, escribían.
El 4 de agosto de 1960 comienza un tiroteo
que parece venir de la derecha del río Congo – la misión estaba a la izquierda.
Los rebeldes entran en Kisangani. Los disparos llegan hasta la misión. Pero las
hermanas a pesar de la inseguridad, continúan su labor, en lo que pueden, ya
que el personal sanitario es escaso y los trabajadores del hospital no acuden:
“¿Cómo abandonar a los enfermos? ¿Cómo abandonarlo todo y ponerse a salvo?”.
El 7 de agosto llegan los simbas – un grupo
rebelde muy violento que asesinó a miles y miles de personas. Se desencadena
una masacre. Matan soldados, policías y a quienes no son de su partido. Las
misiones son continuamente hostigadas. Desde el 14 de septiembre algunos
misioneros son encarcelados, y hasta el 24 de noviembre, se concentra a todos
los misioneros en la ciudad. Las religiosas estaban en la casa de las
franciscanas y los misioneros en la puesto de policía. Más tarde todos serían
reunidos en este lugar.
El 24 de noviembre, los países involucrados
en el conflicto junto con la ONU prepararan la intervención. Los prisioneros
son obligados a bajar a una bodega, allí se encuentran 3 sacerdotes, 5
hermanos, 12 religiosas, 1 pastor, 1 colono y una familia que estaba en otra
habitación. Desde la prisión se oyen los aviones y el combate. Las fuerzas de
intervención son rechazadas por lo simbas. El rescate es imposible.
Las hermanas son torturadas y vejadas, pero
aún tienen fuerzas para consolar y cuidar a los niños de la familia que estaba
prisionera, ya que su madre estaba herida. El día 25 de noviembre, hoy hace 50
años, se les obliga a alinearse junto a la pared, los hombres a un lado y las
mujeres al otro. Allí abren fuego y los fusilan. Es su camino: “Nuestro camino
es el de Dios, y si hemos de morir, moriremos, pero no podemos abandonar la
misión”. Su sangre se queda en su querida tierra del Congo para siempre.
La celebración de la Eucaristía en memoria
de estas misioneras tendrá lugar en la Capilla del Colegio Stela Maris FESD que
tiene su entrada por la calle Juan Pérez Zúñiga 47 y calle General Kirkpatrick,
44, de Madrid.
Fuente: OMPRESS