El Papa Francisco
ha recibido a los obispos de Zambia, que están realizando su visita ad limina a
Roma estos días, y en sus palabras, ha reflejado la preocupación de los
pastores de este país del sur de África por sus paisanos. Los ciudadanos de
Zambia, les ha dicho el Papa, “siguen buscando un futuro feliz y propicio en la
Iglesia y en la sociedad, a pesar de los grandes desafíos que van en contra de
la estabilidad en la vida social y eclesial, especialmente para las familias.
Cuando la vida familiar está en peligro, también la vida de la fe está en
riesgo”.
El Papa Francisco recordaba que, mirando
hacia atrás a los inicios de la Iglesia en Zambia, el rico depósito de la fe
traída por religiosos misioneros “ha empujado a vuestros antepasados a responder
con sus propias obras de caridad, cuyos efectos se perciben hoy en todo el
país”. Y, a pesar, de los contrastes entre las antiguas prácticas y la
esperanza que Cristo lleva a todas las culturas, “la palabra de la fe se ha
enraizado profundamente, centuplicándose, y ha emergido una nueva sociedad
zambiana transformada por los valores cristianos”.
“Es evidente”, señalaba el Santo Padre,
“hasta qué punto sea abundante la cosecha espiritual en vuestra vasta tierra,
bendecida por clínicas, hospitales y escuelas católicas, por numerosas
parroquias vivas y en crecimiento en todo Zambia, por una gran diversidad de
ministerios laicos y por un gran número de vocaciones al sacerdocio”.
Aún así, el Papa les animaba a los obispos
y al pueblo de Zambia a seguir adelante con su compromiso misionero: “la misión
de la Iglesia de evangelizar no termina nunca… Mientras le ofrezcáis la alegría
y la misericordia de Cristo, el pueblo de Zambia recibirá de vosotros con nuevo
vigor el don del Evangelio. Que su vida se conforme cada vez más profundamente
con el modelo del Evangelio, de esta forma el Reino de paz de Dios se difundirá
y crecerá en vuestra a amada nación”.