A través de OMP y desde la delegación de misiones de Orense nos llega el testimonio de Manolo Rodicio, sacerdote diocesano, que permanece en Ecuador. Nos dice:Van pasando los días y las emociones van cambiando. Hoy en día el riesgo es perder la esperanza. Los datos oficiales hablan de 650 muertos, 50 desaparecidos, 20.000 personas sin hogar, edificios destruidos a miles.
Bajo la mirada a mi realidad y me encuentro con muchas personas descorazonadas. "Padre, mi casa...". Muchos otros han optado por recoger sus cuatro cositas y marchar "al campo, con la famila", porque el miedo persiste y el trabajo ha desaparecido. Hay muchas personas que no pueden dormir en su casa. Incluso algún sacerdote, no pudo más, y se alejó de la parroquia, se fue con su familia, en busca de cariño, e intentando escapar de realidades insoportables.
Miedo, dolor, parálisis... y ver la realidad parece insuperable. ¿Qué podemos decirle a una familia que ha perdido a alguno de sus seres queridos? Qué podemos decirle a los que perdieron su casa o negocio de lo que vivían?. Sin embargo, agradecen cada palabra de fe y esperanza.
Un militar llegó ayer mismo a recoger comida en el Centro de Cáritas para un campamento de más de doscientas personas que huir de la casa en mal estado, y nos decía: "Antes que comida pido una palabra de fe y aliento de un sacerdote. Comida podemos buscarla en otro lugar, pero ese aliento solo ustedes pueden darlo en nombre de Dios".
Y nosotros?, tratando de encontrar en Dios la fe y la fuerza que nuestro pueblo demanda.
Definitivamente dejamos el templo La Dolorosa, la bella catedral tiene un futuro muy oscuro. Los expertos dicen que es muy peligros estar en ella, ya que cedieron las columnas y la cúpula de hormigón y piedra, tarde o temprano, caerá.. sino se hace algo estructural y rápido.
Y por eso celebramos la Eucaristía al aire libre, en el parque que hay delante de la iglesia. La lectura del Apocalípsis de este domingo lo decía muy claro: "No vi templo alguno en la ciudad, porque su templo es el Señor Dios" (Ap. 21-22). No puedo negar que cuando escuché esto, pedí fe al Señor y cerraba los ojos para que no brotasen lágrimas. Vuelta al desierto, a las tiendas. También el Señor está caminando con su pueblo.
Manolo Rodicio. Manta
miércoles, 4 de mayo de 2016
LOS MISIONEROS SIGUEN.... EN ECUADOR
Publicado
17:24
Por
Misiones Terrasa