El primer día del año nuevo la Iglesia celebra con gozo la festividad de Santa María Madre de Dios. Que la fiesta de fin de año no sea tapadera que nos impida ver, con los ojos del corazón, la maravilla del amor generoso de la Madre. Pongamos nuestra confianza en María, seguro total que nos acerca a los brazos de Jesús, y depositemos en Ella nuestras preocupaciones, inquietudes, miedos y fracasos para que los convierta en frutos abundantes de su amor maternal.

La Solemnidad de Santa María Madre de Dios, es la primera Fiesta Mariana que apareció en la Iglesia Occidental, su celebración se comenzó a dar en Roma hacia el siglo VI, probablemente junto con la dedicación del templo "Santa María Antigua" en el Foro Romano.
La antigüedad de la celebración mariana se constata en las pinturas con el nombre "María, Madre de Dios" (Theotókos), que han sido encontradas en las catacumbas de la ciudad de Roma, donde se reunían los primeros cristianos para celebrar la Eucaristía en tiempos de las persecuciones.