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lunes, 31 de marzo de 2014

REVOLUCIÓN POR LAS VOCACIONES

La Obra Pontificia de San Pedro Apóstol, conocida popularmente como Vocaciones Nativas,que la Iglesia en España celebrará el domingo 27 de Abril, nace en Francia en 1889 de la mano de Juana Bigard (1859-1934) y de su madre Estefanía Cottin de Bigard (1834-1903), con una propuesta innovadora para su tiempo y una idea sencilla: garantizar la formación de los candidatos al sacerdocio y a la vida consagrada en los llamados "territorios de misión", con el objetivo de que ninguna vocación se pierda y para desarrollar la misión universal de la evangelización. En la Francia de la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX no se veía con buenos ojos destinar esfuerzo y recursos a sostener y formar jóvenes nativos llamados al sacerdocio o la vida consagrada, también como hoy, se estimaban prioritarias las necesidades pastorales propias y más cercanas, desconfiando del "otro" por extraño, por distinto, por pobre, por desconocido. La Obra de San Pedro Apóstol nos recuerda que la voz de Dios no es de "una sola tribu, sino de todas las tribus, de todos los pueblos y de todas las razas", proclama que la vocación al sacerdocio o a la vida consagrada ha de ser católica y universal, como "católica y universal es la Iglesia",y apuesta claramente por personas de lejanas tierras, de cultura distinta y que carecen de medios para hacer realidad su vocación. La Obra de San Pedro Apóstol sostiene las vocaciones nativas porque...
            todos los seres humanos somos iguales ante Dios,
            la Iglesia local solo queda establecida cuando cuenta con Obispos, sacerdotes y laicos del lugar,
            es la mejor manera de evangelizar la cultura de estos pueblos,
            y porque la fe se enriquece al inculturarse.
El primer y principal objetivo de la Obra de San Pedro Apóstol es sostener seminarios y noviciados en los territorios de misión.